La Alegria de Rezar a Maria y compartir un Acto junto a ella, eleva nuestros corazones a un encuentro espiritual muy intimo con su corazon, aquel corazon que late tan fuerte en nosotros cuando elevamos un oracion o peticion para ella.
En la parroquia de vuelta a casa, uno completa la felicidad que tanto no podia uno alcanzar fuera, Maria guianos y cuidanos mucho de ahora y para siempre.
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